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Cuando escucho frases como “Este vino es para mujeres”,  ya sé que el vino que nos ofrecen es dulce, afrutado y ligero ¿Tenemos todas el mismo gusto?.
 
El pasado mes de mayo viví una experiencia muy enriquecedora siendo jurado profesional del concurso organizado por AMAVI, La Asociación de Mujeres Amantes de la Cultura del vino”. Me gustó el enfoque ya que está dirigido a conocer los gustos de las consumidoras habituales. 
 
La cata tenía lugar en el Hotel Vila Real en Madrid, justo enfrente del Palacio de Congreso, así que cogí el metro, dirección Plaza de España. Llegué demasiado temprano, por lo que pude observar cómo iban llegando los demás miembros del jurado, siendo, ni más ni menos que un total de treinta mujer de diferentes zonas de España y de muy reconocida profesionalidad dentro del sector del vino.
 
Como catadora os digo que no es nada fácil, como puede parecer, ser jurado. Hay que ser objetivo y no dejarse influir por los gustos personales de cada uno. También, respetar y valorar el trabajo que hacen las bodegas y viticultores. Lo digo, porque muchos de los catadores de concursos nunca han trabajado en una bodega y no son conscientes del trabajo que supone hacer un vino. Hay una historia detrás de cada botella: poda, enfermedades en la viña por el tiempo, momento idóneo de recogida, posibles contratiempos imprevistos…aunque cada año sea diferente.  Esto es lo que hace que las añadas sean distintas y lo que también las enriquece e individualiza.
 
Los vinos que pasan este primer filtro son catados después por más de 200 mujeres, saliendo de ahí los vinos premiados, los que más les gusten a ellas, ¡claro!.
 
 
Conocía a Sonia Prince de Galimberti la presidenta de AMAVI, una pionera en el mundo del vino que siempre ha apoyado el trabajo de la mujer dentro de este sector. En 1973 conjuntamente con su marido, Massimo Galimberti, inició el proyecto “VINOSELECCIÓN” con el objetivo de dar a conocer al mundo los vinos de las diferentes zonas vitivinícolas españolas; dejando así atrás las modas impuestas en ese momento, cuando sólo se conocía el vino de Rioja. Justo este año AMAVI cumple 20 años, una gran labor fruto de mucho trabajo y dedicación.

De izquierda a derecha: Yolanda Hidalgo y Sonia Prince

 

Ahora mismo las mujeres tenemos un gran protagonismo, pero hace 25 años no era así. La viña, bodega, gerencia, etc. tenían en su dirección a hombres y las mujeres éramos relegadas al laboratorio o administración (oficina). Actualmente trabajamos tanto en el laboratorio como en la bodega. Allí somos tan válidas como ellos. Montamos la bomba con las mangueras para los trasiegos, realizamos las adiciones de productos. Soy consciente de las limitaciones físicas, y es curiosa la reacción de los bodegueros cuando te ven mover, por ejemplo, una barrica. Van corriendo a socorrerte como un gran caballero para evitar que termine haciéndome daño.

 
 
Desde mi punto de vista, vamos tomando poco a poco más protagonismo. Tampoco quiero hacer de esta entrada una guerra de géneros,  con mi experiencia os digo que se trabaja mejor en los equipos formado por hombres y mujeres. Pero llama la atención que  exista tan sólo una como presidenta de un consejo regulador teniendo 69 denominaciones de Origen en España. En cambio en la parte de marketing y divulgación hay más representación y tal vez, esto sea debido a que somos más comunicativas. No sé. ¡Puede ser! En definitiva, el vino sigue siendo un mundo de hombres, aunque las cosas vayan cambiando poco a poco. Y no es nada fácil, siendo un sector conservador y tradicional.
 
Para terminar, me quedo con las últimas palabras que dijo Sonia Prince antes de comenzar:

                  “Saber beber es saber vivir. Llenar las copas de vinos y a disfrutar”
 

 

           Yolanda Hidalgo
(Ydalgo Asesoría Enológica)

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