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Auténticos Conquistadores Eméritos

Auténticos Conquistadores Eméritos

 La Historia del vino en Extremadura. 

 

Imagén cogida de Google

Extremadura cuenta con una larga tradición vitivinícola, como demuestra el mosaico hallado en la Casa del Anfiteatro en Emerita Augusta (la actual ciudad de Mérida), en cuyo mosaico podemos ver a tres personas pisando uva.  Siendo este el primer documento que tenemos sobre el vino en Extremadura.


Durante el Imperio Romano el cultivo de la vid y la elaboración de vinos fueron muy importantes, llevándose a Roma vinos procedentes de todas las provincias del Imperio. Y no es de extrañar que entre ellos estuviesen los vinos elaborados en Emerita Augusta.


 
Imagén cogida de Google «Mosaico Casa de Anfiteatro en Mérida».

Pero no sólo Mérida ha estado vinculada al mundo del vino, en la Edad Medía las viñas se cultivaban alrededor de los monasterios, prueba de ello son los documentos encontrados en el Monasterio de Guadalupe que data del siglo XIV, donde se describía incluso una catalogación de los vinos realizados allí. Entre los que se encontraban el vino tinto de los frailes, de las raciones, vino claro, el vino blanco de comunidad, vino de compaña, entre otros. Todo esto demuestra que la vid y el vino han estado fuertemente arraigados a Extremadura desde mucho tiempo atrás.

 
 
 
Nuestras tierras son suelos donde se libraron batallas, habiendo sido asimismo sede de órdenes religiosas como los templarios, así como cuna de conquistadores como Hernán Cortes, Pizarro y Núñez de Balboa.  Seguramente los vinos extremeños fueron los primeros en llegar al Nuevo Mundo, vinos vigorosos siendo los preferidos por Carlos V.
 

A comienzos del siglo XIX, los vinos de la provincia de Badajoz poseían ya cierta fama de ser buenos, sobre todo, los de Tierra de Barros y, principalmente, los vinos blancos de Almendralejo. También poseían  cierta fama los vinos blancos velados de la comarca de la Serena, Villanueva y Don Benito así como Alburquerque. Estas zonas fueron perdiendo importancia vitivinícola desapareciendo prácticamente el cultivo de la vid, siendo sustituido por otros cultivos. En cambio, no eran muy importantes los vinos de la provincia de Cáceres. Únicamente algunos de la zona de Montánchez o la Vera, conocidos como “vinos de pitarra”.

 

En los últimos 40 años, los vinos de Extremadura han conseguido ser reconocidos con la constitución del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana y con la marca “Vino de la Tierra de Extremadura”, dependiente de la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura. Además, de la Denominación de Origen Cava, que sólo existe en el término municipal de Almendralejo.
 
Foto de Bodega Pago de Domblasco (Fería, Badajoz)
 
Aun así,  Extremadura es una de las grandes desconocidas en el mundo del vino, a pesar de la calidad de éstos. Tal vez nuestro principal problema sea que no nos acabamos de creer la calidad que tienen nuestros productos y apostemos por vinos de fuera sin conceder la oportunidad a los que tenemos aquí. Y esto mismo no sólo ocurre en nuestra zona, recientemente  he estado en Bullas y Yecla, y los bodegueros tenían la misma opinión de su región. ¿Por qué los vinos no son profetas en sus tierras como ocurre en Rioja o Duero?
 
Desde aquí os invito a que probéis los vinos de la zona de Extremadura y que disfrutéis tanto como yo lo hago.

Cuéntame en los comentarios ese vino que te enamoró por sus sabor, aromas, que recomendarías siempre. Estoy deseando conocerlo!!
 

Gracias por estar al otro lado!

 Yolanda Hidalgo


Más información sobre el mundo el vino en  Ydalgo Asesoría Enológica