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Imagen de Armando Guerra

 

Hace poco estuve en la cata dirigida por Luis Paadín sobre vinos gallegos en la Taberna der Guerrita. Viajamos con él por toda Galicia de la mano de catorce grandes vinos, con la peculiaridad de que todos estaban dentro de consejos reguladores. Nos enseñó vinos de valle abierto, cerrado y los diferentes suelos que son una parte del alma del vino. También, nos puso a prueba no revelando ni la variedad y la zona hasta el final, para que nos esforzáramos en aveguriar el enigma, aunque siempre guiándonos con sus palabras.
 

 

El primer vino fue uno espumoso de la variedad Albariño Valtea Brut nature Cuvee Especial de la bodega Vilarvin de D.O.Rias Baixas ¡Mejor imposible para empezar!. Muchas flores en nariz.
 
 
Imagen: Yolanda Hidalgo 
Y así comenzamos el juego de averiguar variedades y zona de Galicia. Todos estábamos en la sala muy atentos a lo que teníamos en la copa. Con la nariz metida concentrada en su fruta, aromas , ¿será un Godello o una Treixadura?…tal vez más una, Loureira. Y después en boca con un pequeño sorbo saboreé su alma para llegar a donde nació.
 
Copas arriba y abajo en la nariz, concentración, silencio y la voz de Luis Paadín hablando de lagares de rupestres de Galicia, de las miles de parcelas que hay  y que vuelven loco a cualquiera de fuera de Galicia que quiere comprender el porqué de esa forma de organización.
 
Catamos Val de Nairca de variedades como la Txeisadura. Albariño, Lado y Loureira, un vino con personalidad única. Con fondo de pera, fruta de hueso y mineral.
 
Me encantó el vino Pazo Señorans 2008. Un vino con crianza sobre lías durante más o menos 30 meses en depósito de acero. Muy fresco en nariz con notas de césped. Con buena acidez en boca, un vino de costa que recuerda a la frescura y al verde de la Galicia.
 
 
Imagen: Yolanda Hidalgo 

Castro de Lobarzan es un blanco de interior. Aquí nos vamos a la zona de Monerrei
 de la ladera de Villaza. Un vino elegante y sabroso. En nariz hinojo y un acidez más bajo que el anterior. 
 
 
Imagen: Yolanda Hidalgo 
 
Continuamos con otra tanda más de vinazos, entre ellos Coto Gomariz 2010 de variedades de TreixaduraGodelloLoureira y Lado.  Viñedo de Figueral de cepas viejas en un suelo de arcilla orientada al sur de la zona de Ribeiro.
 
El vino blanco de parcela 200 Cestos 2015 de variedad Godello 100% que nos hace viajar a la zona de Valdeorras con suelos de granito. Un vino fino siendo el más mineral de todos los que catamos, en definitiva, un vino salino. 
 
Imagen: Yolanda Hidalgo 
 
Continuamos con Lusco Albariño de Rías Baixas elaborado con viñedos situados en Alxén Condado de Tea. Inicialmente notamos en nariz carburos con carne de membrillo e infusión de manzanilla.  Es un vino que no ha nacido para envejecer sino para disfrutar de él en el año. Como contrapunto,   Quinta de la Erre también de Rías Baixas con notas cítricas en nariz de la zona de Rosal. De cepas viejas de Loureira, Caiño blanco y Albariño.
 
 
Y para el final, he dejado un vino submarino Albariño. Todo una experiencia que disfruté mucho. Envejecido a 12 metros de profundidad del mar. Me sorprendió saber que hay que tener mucho cuidado con los pulpos, porque son capaces de quitar los tapones de las botellas. ¡Parece que les gusta mucho el vino!.
 
Imagen: Yolanda Hidalgo (Enóloga)
 
Y a partir de aquí, comenzamos con los tintos gallegos, zona asociada más a blancos que a tintos. Teníamos fruta rojo y negra. La roja debida a la  variedad Mencía. Un tinto que lo defino como salvaje por la cantidad de fruta que tiene. Su nombre es Expresión Histórica Ponte da Boga 2014 con un coupage de uvas cultivadas desde hace mucho tiempo como Souson, Bancellao y Menrenzao que combina perfectamente con la personalidad de la Mencía
 
 
Imagen: Yolanda Hidalgo 
 
Con el siguiente nos trasladamos a Monterrei donde nos encontramos con un tinto de la añada 2013 con el nombre 1913 Father . Es un vino de altitud de viñas viejas. Con mucha madera, tabaco y frutos rojos.
 
Y por último, un tinto con capa muy intensa del 2015., de viñas de más de 100 años de Garnacha tintorera de la zona de Valdeorras. Un vino para disfrutar largamente de él. Su nombre es Escada Lembranzas de Alan de Val.
 
Imagen: Yolanda Hidalgo 
 
Para terminar, como si fuera el postre,  tuvimos la oportunidad de catar orujos gallegos. Pazo de Galegos es un aguardiente de color transparente y cristalino de indicación geográfica. Se elabora en lo alto de la ladera norte del río Ulla, aquí es donde nace pero lo que más me llamó la atención de él fue su aroma y sabor a pasta o bagazo de Albariño. Esa pasta que queda al final de la fermentación formada por pieles y pepitas.  Y Aquitania fue un licor café super intenso en aromas a pan de higo y pasas en la boca. 

 

 
 
Imagen: Yolanda Hidalgo (Enóloga)
 
 
Hasta el final de la cata mantuve la copa del vino submarino y volvía ella a cada instante. Joyas así debajo del mar no las prueba uno todos los días, al igual que estos majestuosos vinos que trajo Luis Paadín. ¡Gracias!


 Y a vosotros, gracias por estar ahí.
 Besos. 

                        Yolanda Hidalgo