Muchas veces abrimos una botella de vino en casa y no la terminamos. ¿Qué pasa con el vino que queda? !!No os preocupéis!!…en este vídeo os muestro qué podéis hacer.
Os hablaré en algunas entradas sobre la técnica de cata, para que con unas pequeñas nociones podáis disfrutar más y mejor del vino, ¿Estáis preparados?
Más detalles en el enlace del podcast aquí:«FASE VISUAL»
La bodega Domblasco es sencilla pero espectacular al mismo tiempo. Los vinos de esta finca se hacen “desde el corazón” y eso hace que me enamore de ellos. El vino monovarietal de garnacha está elaborado y envejecido durante mínimo 8 meses en tinajas de barro y lleva el nombre de esta zona conocido, como Pago de Domblasco.
Es un vino con alma pura, amable y noble, al mismo tiempo. No se clarifica y se filtra sólo al embotellar. Se mantiene la tradición vitivinícola de la zona de Salvatierra de los Barros, que es una conocida, también, por sus cerámicas de barro, por estos vinos elaborados en tinaja de barro, con tanta historia como su propia bodega que fue un antiguo oratorio. Tras la desamortización de Mendizábal ha acabado transformándose en una bodega. Es curioso, que este paraje acogiera a más de 70 bodegas y que actualmente, sólo la familia de León Martínez de Azcona haya mantenido la tradición vitivinícola de este Pago.
Si lo probáis, notaréis un vino elegante de garnacha con nota de cereza y en boca la frescura del barro de la tinaja con esos recuerdos de tierra detrás una tormenta de verano.
Después de recibir el año con ilusión, llega la noche de reyes magos, una de las más especiales del año, en la que esperamos nerviosos e impacientes a ese mágico momento que queremos vivir lo más intensamente posible, aunque el tiempo va pasando y ya no se es un niño. Y todos, mayores y pequeños, nos resistimos a caer en los brazos del sueño, para descender inquietos hacia el pasadizo de la imaginación y la fantasía iluminada por esa estrella de Oriente. Despertaba y deslizaba los pies hasta el fondo de la cama para así poder tocar los regalos dejados encima, sintiendo que aún no se había marchado la magia. Y salía con miedo de la habitación por si me encontraba algún rey mago.
En esta noche dejamos agua para que los camellos y una pequeña bandeja de dulces y otras cosas para que pueden coger fuerzas para todo el recorrido. Todo esto acompañado de una copa de vino para cada uno de nuestros reyes de Oriente.
A Melchor que proviene de Europa y al que siempre vemos con su larga barba blanca portando el oro como ofrenda al niño Jesús, el rey mayor, con experiencia. Para él, un vino tinto reserva con un largo recorrido en la vida como ha sido la suya. Con muchos aromas terciarios de la crianza en barrica con matices especiados y redondeado por su tiempo en botella. Aunque pensándolo bien, como hace tanto frío por la noche, tal vez le guste tomar un reconfortante vino caliente alemán con canela, clavo, naranja… Tendremos que tener los fogones preparados o dejar un termo caliente y unas tazas.
Para Gaspar, el más joven de los tres reyes de oriente, el pelirrojo que, aunque parece que procede de Escocia, viene de Asía portando el incienso como ofrenda. Disfrutaría de un vino espumoso blanco o rosado, con mucha fruta blanca y recuerdos de aromas de panadería como levadura, brioles y mazapán. Aunque, por su origen tal vez le apetezca un Sake que haga entrar en calor al cuerpo.
Y por último, Baltasar, el exótico del grupo, de piel negra con turbantes de colores llamativos y alegres, que viene de la lejana y misteriosa Babilinia. Por la influencia de las colonias portuguesas que también están relacionadas con los ingleses, creo que disfrutaría mucho de un copita de Oporto, de una quinta pequeña o tal vez también, por traer la mirra al Niño Jesús, una resina aromática, le encantaría un vermut por tener ese componente aromático de vino especiado.
Todo acompañado de mazapanes, turrones y el roscón de Reyes.
Ya tenemos garantizado para otro año más ese guiño mágico de sus majestades de Oriente.
Hace poco estuve en la cata dirigida por Luis Paadín sobre vinos gallegos en la Taberna der Guerrita. Viajamos con él por toda Galicia de la mano de catorce grandes vinos, con la peculiaridad de que todos estaban dentro de consejos reguladores. Nos enseñó vinos de valle abierto, cerrado y los diferentes suelos que son una parte del alma del vino. También, nos puso a prueba no revelando ni la variedad y la zona hasta el final, para que nos esforzáramos en aveguriar el enigma, aunque siempre guiándonos con sus palabras.
El primer vino fue uno espumoso de la variedad AlbariñoValtea Brut nature Cuvee Especial de la bodega Vilarvin de D.O.Rias Baixas ¡Mejor imposible para empezar!. Muchas flores en nariz.
Imagen: Yolanda Hidalgo
Y así comenzamos el juego de averiguar variedades y zona de Galicia. Todos estábamos en la sala muy atentos a lo que teníamos en la copa. Con la nariz metida concentrada en su fruta, aromas , ¿será un Godello o una Treixadura?…tal vez más una, Loureira. Y después en boca con un pequeño sorbo saboreé su alma para llegar a donde nació.
Copas arriba y abajo en la nariz, concentración, silencio y la voz de Luis Paadín hablando de lagares de rupestres de Galicia, de las miles de parcelas que hay y que vuelven loco a cualquiera de fuera de Galicia que quiere comprender el porqué de esa forma de organización.
Catamos Val de Nairca de variedades como la Txeisadura. Albariño, Lado y Loureira, un vino con personalidad única. Con fondo de pera, fruta de hueso y mineral.
Me encantó el vino Pazo Señorans 2008. Un vino con crianza sobre lías durante más o menos 30 meses en depósito de acero. Muy fresco en nariz con notas de césped. Con buena acidez en boca, un vino de costa que recuerda a la frescura y al verde de la Galicia.
Imagen: Yolanda Hidalgo
Castro de Lobarzan es un blanco de interior. Aquí nos vamos a la zona de Monerrei de la ladera de Villaza. Un vino elegante y sabroso. En nariz hinojo y un acidez más bajo que el anterior.
Imagen: Yolanda Hidalgo
Continuamos con otra tanda más de vinazos, entre ellosCoto Gomariz 2010 de variedades de Treixadura, Godello, Loureira y Lado. Viñedo de Figueral de cepas viejas en un suelo de arcilla orientada al sur de la zona de Ribeiro.
El vino blanco de parcela 200 Cestos 2015 de variedad Godello 100% que nos hace viajar a la zona de Valdeorras con suelos de granito. Un vino fino siendo el más mineral de todos los que catamos, en definitiva, un vino salino.
Imagen: Yolanda Hidalgo
Continuamos con Lusco Albariño de Rías Baixas elaborado con viñedos situados en Alxén Condado de Tea. Inicialmente notamos en nariz carburos con carne de membrillo e infusión de manzanilla. Es un vino que no ha nacido para envejecer sino para disfrutar de él en el año. Como contrapunto, Quinta de la Erre también de Rías Baixas con notas cítricas en nariz de la zona de Rosal. De cepas viejas de Loureira, Caiño blanco y Albariño.
Y para el final, he dejado un vino submarino Albariño. Todo una experiencia que disfruté mucho. Envejecido a 12 metros de profundidad del mar. Me sorprendió saber que hay que tener mucho cuidado con los pulpos, porque son capaces de quitar los tapones de las botellas. ¡Parece que les gusta mucho el vino!.
Imagen: Yolanda Hidalgo (Enóloga)
Y a partir de aquí, comenzamos con los tintos gallegos, zona asociada más a blancos que a tintos. Teníamos fruta rojo y negra. La roja debida a la variedad Mencía. Un tinto que lo defino como salvaje por la cantidad de fruta que tiene. Su nombre es Expresión Histórica Ponte da Boga 2014 con un coupage de uvas cultivadas desde hace mucho tiempo como Souson, Bancellao y Menrenzao que combina perfectamente con la personalidad de la Mencía.
Imagen: Yolanda Hidalgo
Con el siguiente nos trasladamos a Monterrei donde nos encontramos con un tinto de la añada 2013 con el nombre 1913 Father . Es un vino de altitud de viñas viejas. Con mucha madera, tabaco y frutos rojos.
Y por último, un tinto con capa muy intensa del 2015., de viñas de más de 100 años de Garnacha tintorera de la zona de Valdeorras. Un vino para disfrutar largamente de él. Su nombre es Escada Lembranzas de Alan de Val.
Imagen: Yolanda Hidalgo
Para terminar, como si fuera el postre, tuvimos la oportunidad de catar orujos gallegos. Pazo de Galegos es un aguardiente de color transparente y cristalino de indicación geográfica. Se elabora en lo alto de la ladera norte del río Ulla, aquí es donde nace pero lo que más me llamó la atención de él fue su aroma y sabor a pasta o bagazo deAlbariño. Esa pasta que queda al final de la fermentación formada por pieles y pepitas. Y Aquitania fue un licor café super intenso en aromas a pan de higo y pasas en la boca.
Imagen: Yolanda Hidalgo (Enóloga)
Hasta el final de la cata mantuve la copa del vino submarino y volvía ella a cada instante. Joyas así debajo del mar no las prueba uno todos los días, al igual que estos majestuosos vinos que trajo Luis Paadín. ¡Gracias!
Y a vosotros, gracias por estar ahí. Besos. Yolanda Hidalgo