Antina Sauvignon blanc, es un vino blanco que puedes comprar en el supermercado Aldi.
Información:
Variedad 100% Sauvignon blanc
Añada 2019
Bodega y Viñedos Contralto -Yepes
Vinos de España
Grado alcohólico: 12%
Precio: 2.39€
Puntuación Vino Vida Vicio: 6
Así puntuamos los vinos: • 10 Vino para recordar • 9 Extraordinario • 8 Muy bueno, excelente • 7 Buen vino • 6 Más que correcto • 5 Regular,, del montón • 4 Ningún aporte • 3 Vino malo • 2 Un vino desagradable • 1 Para no tomar
NOTA DE CATA
VISTA: Amarillo pálido, reflejos amarillo.
NARIZ: De intensidad media, fruta tropical de piña.
BOCA: De intensidad media baja. Acidez media baja. Notas tropicales con un fondo amargo y de boc.
ARMONÍA: Aperitivos, quesos suaves, pescado y marisco, arroces, pasta, cocina asiática, carne blanca, etc.
Os dejo aquí en enlace el vídeo de la cata en directo de los Sauvignon de Aldi, junto con los comentarios del Chat . El vino Antina empieza en el minuto 3:10
Como ya sabéis, todos los sentidos están presentes en una cata, ya sea de un vino o de cualquier otra sustancia, si bien el más importante y evocador, es sin duda alguna el olfato. Los olores están presentes en todo lo que hacemos y nos acompañan a lo largo del tiempo, como la memoria de nuestra historia. Lo curioso es que todos reconocemos aromas porque los tenemos guardados en esos cajones del recuerdo, pero no tienen una etiqueta clara o precisa, sino que son sensaciones y emociones lo que asociamos a un determinado olor.
Es el olor dulce y entrañable de la crema de manos de nuestra madre, el olor a azahar en la primavera, el olor del tabaco mezclado con perfume y alcohol, la tierra mojada, ..etc. Por eso para ayudarnos evocar y ponerles nombres a estos recuerdos olfativos, tenemos esos “cajones” de aromas, como este que tengo aquí, la Nariz del vino. Una creación francesa utilizada para mejorar la calidad organoléptica del catador o amante del vino. Son unos botecitos donde hay los compuestos químicos que dan 54 de los aromas básicos que podemos encontrar en el vino; aromas frutales, herbales, florales, especiados, balsámicos, etc.
Y ¿Cómo despertaremos nuestros recuerdos asociados al olor? Muy fácil. Cogemos un bote al azar, lo abrimos y lo olemos pausada e intensamente. Enseguida vendrán los recuerdos y lo buscaremos en nuestra memoria, en el momento o en la persona que nos trae ese aroma. Para ayudarnos en el proceso, “La nariz del vino” viene acompañada de un libro con unas pequeñas claves para rememorar el olfato, así como de una especia de manual del olor para una cata de vino, en la que cada bote tiene una ficha donde nos indica en qué tipo de vino aparece ese aroma.
Cuidaos mucho en estos días de confinamiento. Ahora podemos disfrutar de esas pequeñas cosas para las que a veces no tenemos o no le dedicamos todo el tiempo necesario. Puede ser un momento para pensar y recordar.
Os dejo aquí en enlace el vídeo, para verlo mejor.
¡Ya estamos de Vendimia!, De la cepa a la copa o también dicho de otra forma estaré “de la ceca a la Meca” elaborando vinos. Otra aventura más para el cuaderno de bitácora.
Este año parecía que se iba a adelantar, debido a las altas temperaturas que hemos tenido en el mes de julio y agosto, pero empezamos igual que otros años. Las lluvias de los últimos días junto con la baja de temperatura, han hecho que la maduración fuera más lenta esta última semana, pero por fin, tenemos los parámetros analíticos para empezar.
La semana pasada se notaban los nervios prevendimia en el ambiente, todo era de “ayer para hoy”. Además, del trabajo de seguimiento en el campo, la organización de la bodega y del personal, se une la impaciencia de los viticultores y gerencia. Todos los días te hacen la misma pregunta ¿Cuándo empezamos? Y siempre les digo lo mismo “Cuando la uva esté”. Es ella la que pone la fecha. Y más nerviosos aún se ponen si ven algún remolque de uva pasar de alguna bodega. Te vienen a contar todos los “chascarillos” y te dicen que ya ha empezado a vendimiar la bodega “fulanita”. ¿Y nosotros cuándo? ¡Paciencia!. Las prisas nunca son buenas para nada.
Es muy importante ser un equipo en vendimia, se trabaja mejor estando unidos. Todos en este proceso desempeñamos un trabajo importante, tanto jornaleros, bodegueros como técnicos. Todos contribuimos con nuestro granito de arena a la elaboración de la añada 2019. La parte de campo donde se realiza la recogida de la uva, tiene que estar bien compenetrada con la parte de bodega que recibe la uva todos los días. Además, de la coordinación de los trabajos realizados dentro de la propia bodega; control analítico de fermentación diarios, descubes, prensados o trasiegos. Controlando cada etapa del proceso.
La ilusión es un sentimiento que se respira en vendimias. Estoy en la viña y vuelvo a ver los mismos vendimiadores de otros años. ¡Un año más aquí! Me dicen. Te hablan de sus hijos, algunos ya estudiando fuera, otros que se han comprado una casa o que se casan este año. ¡Es un momento entrañable! Y en la bodega pasa lo mismo, tantas horas juntos, que al final de campaña tienes un amigo en vez de un compañero de trabajo. En algunos casos, ¡claro!.
En cada bodega hay unas ilusiones y proyectos diferentes, pero todas tienen en común el trabajo bien hecho de todos por conseguir un buen vino. Es importante desde el que cortar la uva hasta el que supervisa temperaturas en los depósitos.
¡Ay, cómo pasa el tiempo! ya han pasado nueve meses desde la poda. ¡Todo un embarazo! Las cosas buenas requieren su tiempo y ahora es el momento de recoger el fruto de estos meses de trabajo en el campo, mimando y cuidando que la uva este sana.
Me despido con algunos fragmentos del poema “Aires de Vendimia” de José Manuel Monge.
Foto de familia de la «15 Edición Premios Vinduero- Vindouro 2019
Un Viaje por la A66, una carretera que te lleva a rutas sin fin, sin población apenas y sin nombres conocidos, que te permiten perderte por pequeños pueblos con muros de granito, de piedras pequeñas horizontal y otras grandes en posición vertical, haciendo un entramada peculiar. De momento, no hay viñas, sólo suelos de arenas, granito y algo de pizarra, que te hacen pensar en el carácter peculiar de sus vinos. Después, los Arribes del Dueño, una zona con un microclima especial, en la localidad salamantina de Trabancas.
Allí se iba a celebrar la “15 Edición del Premios Vinduero-Vindouro”, un concurso donde los vinos de la Península Ibérica se dan cita y acuden con sus mejores galas. El proceso de cata fue muy interesante y enriquecedor. El mismo vino se degustaba al mismo tiempo en dos mesas: una formada por hombres y otra exclusivamente por mujeres. Catas a ciegas que se dividían en once categorías diferentes, invitando este año al vermut; para dar el premio “Femenino”, además de premios especiales dedicados a las Denominaciones de Origen (D.O) e Indicaciones Geográficas de Calidad de ambos países.
Foto de grupo de las catadoras «15 Edición Premios Vinduero-Vindouro 2019
Los protagonistas de esta edición: 900 vinos, un jurado formado por 56 expertas personas de 10 países procedentes de Europa, América y Asia. La experiencia ha sido muy gratificante e intensa, tanto en las jornadas de la mañana, como las de las tardes en las que visitábamos la zona, teniendo la oportunidad de conocer y admirar sitios como la presa del Río Sabor en Portugal, bajando por sus entrañas, caminando y fotografiando sus túneles construidos a 95 metros. Impresionante. Rodeados de litros de agua que generan energía. Al lado de la presa se encontraba, Torre de Moncorvo, un bonito y acogedor pueblo, cuyos techos entrelazados de paraguas de colores y atrapasueños de ganchillo, ofrecen una sombra más que agradable.
Otro viaje encantador fue conocer Miranda de Douro. Desde sus múltiples miradores podíamos disfrutar de un paisaje impactante por su orografía y vegetación, pisando Portugal y mirando al frente a España. Dos países hermanos, unidos y cercanos, tan solo separados por el agua que sentíamos fluir bajo nuestros pies y que seguiría su camino hasta llegar a Oporto.
De izquierda a derecha: Manual Capote, Rose Michelle Bensadon, AntonioManuel Magalhaes, Glaudia,Giovanni Giardina, József Kosárka y Yolanda Hidalgo en MIranda de Douro.
Lo mejor, los buenos momentos que hemos vivido todos juntos, los catadores y la organización. Han sido días que te llevas en el corazón.
Es mágico el momento que se respira cuando la venencia entra en escena con el vino de Jerez. Con pose elegante y torera, como un experto equilibrista, llena el catavino. Esa conexión se da entre la venencia, la persona y el catavino. Todo se convierte en un momento único y termina escuchándose el romper del vino en el catavino jerezano de forma alegre y viva.
Hoy os quiero enseñar y también animaros a que conozcáis la Venencia, una de los instrumentos más antiguos en el Marco de Jerez y de Montilla Moriles que da nombre a un oficio también, el venenciador. Existiendo de hecho en Sanlúcar una versión más rudimentaria de venencia que ha dado lugar a la expresión típicamente sanluqueña de la “caña de vino”. Más detalles en el vídeo.